Nuestras instalaciones

El olor a cedro tuvo toda la noche para dormir rodeado por vino, tabaco e historia.

A unos pasos de la Calle Providencia, en la cava de AMARIS reposa lo que se produjo en tierras tan lejanas como Medio Oriente. Las botellas están acomodadas y cada vino tiene su propia narrativa, hablar de historia queda en voz del sommelier.

Sobre el suelo de madera se añejan anécdotas de los amigos que se han reunido en la boutique para hablar de sus vidas, dejar atrás historias o concretar nuevas aventuras.

Luis Cuara, experto en tabaco, es quien mantiene viva la historia del tabaco en la tienda. Él es el indicado para que un cliente encuentre exactamente la emoción que está buscando.

Llegar a este lugar significa desdoblar un placer para conocer todos sus detalles, para vivir cada parte del ritual de armar y encender un puro o beber vino.

Cada pieza del cuarto humidor guarda un sabor especial para el paladar que lo ande buscando. Nadie, por más enamorado que esté de una marca, se va de este lugar con las manos vacías. Pasan los años y los clientes vuelven porque aquí conviven la tradición y la novedad.

Aquí toman pausa los escritores, respiran el aire de la mañana y de la tarde, tienen un rincón en la Ciudad.

Al fondo de la tienda hay unas escaleras que llevan al Salón Fumador, que tiene historia de piso a techo. En el aire queda el rumor de lo que se ha platicado en los sillones que ya merecen ser llamados históricos. En ese salón se siente un poco la nostalgia de las reuniones de legisladores, partidos políticos, empresarios y líderes que han cambiado el destino de otras personas.